El Nacimiento de Venus, el cuadro de Botticelli en que Homero imagina a Margo 0

En este artículo te voy a contar la referencia de Los Simpsons al famoso cuadro El Nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli. La vida del gran artista italiano será el punto de partida para aprender sobre la temática del cuadro, quién fue la modelo inmortalizada en el lienzo y algunas curiosidades más.

Te prometo que al finalizar la lectura de este artículo habrás aprendido sobre arte e historia. Y así verás que Los Simpsons son mucho más que una serie animada de televisión.

La referencia de Los Simpsons

En el episodio número 9 de la 5ta. temporada de Los Simpsons, Margo Zavala (que en realidad en inglés se llama Mindy Simmons) aparece como nueva compañera de trabajo de Homero. Este no puede evitar sentirse atraído no sólo por su belleza sino también por todo lo que tienen en común.

Al verla por primera vez, Homero tiene una extraña alucinación. Se la imagina desnuda en una ostra, con dos angelitos al lado. Uno personificado por Lenny y el otro por Carl.

el nacimiento de venus los simpsons

Esta es una clara referencia al cuadro El Nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli. Un cuadro pintado entre 1482 y 1485, y perteneciente al periodo del Renacimiento.

Vamos a explorar un poco esta obra y todo lo que podamos desprender de ella.

Comencemos con el artista, Sandro Botticelli.

Sandro Botticelli

sandro botticelli

El artista que luego fue conocido como Botticelli nació el 1 de marzo de 1445 en la República de Florencia, bajo el nombre de Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi. Alessandro fue el menor de cuatro hermanos. El mayor de los hermanos, Giovanni, tenía 25 años cuando este nació y lo terminó adoptando.

El nombre Sandro deriva de Alessandro, claro está. Sin embargo, el Botticelli no está del todo claro. Hay distintas versiones. La más difundida es que se cree que a Giovanni lo apodaban botticello (barril) y así fue como se le transfirió el apodo deformado a su hermanito: Botticelli.

A través de una serie de contactos de la familia, el joven Sandro aún adolescente ingresó al taller de Fray Filippo Lippi, en la ciudad de Prato. Allí aprendió y tomó mucho de su maestro, a tal punto que al día de hoy las primeras obras que se le atribuyen a Botticelli en realidad están en sospecha si no son en realidad de Lippi.

Después de vivir en Prato, Botticelli volvió a Florencia. Allí trabajó en el taller de Andrea del Verrocchio, maestro de Leonardo Da Vinci, que trabajaba principalmente para Lorenzo de Médici.

A pesar de que sus visiones artísticas diferían, Sandro y Leonardo se hicieron amigos y hasta emprendieron juntos.

El restó gourmet de Sandro y Leonardo

Esta amistad de Sandro y Leonardo los llevó a abrir un restaurant. La historia podría ser una anécdota más si no fuera por el tipo de comida que servían.

Después de irse de mala forma del taller de Andrea del Verrocchio, quien ya no lo soportaba más, Leonardo Da Vinci trabajó como camarero en algunas cantinas. Su metodismo lo llevó a sobresalir y a mejorar procesos de trabajo del rubro gastronómico. Aunque su excesivo perfeccionismo lo terminó perjudicando haciendo que todos lo odien.

Luego de ser despedido por enésima vez, Leonardo le propuso a Sandro poner un local de comida. Este aceptó y así nació «La enseña de las tres ranas de Sandro y Leonardo», un establecimiento donde al entrar uno se encontraba con dos lienzos, uno de cada artista.

El negocio funcionó bien al principio, pero en poco tiempo se fue a pique. ¿Qué ocurrió? El menú que proponían los dos artistas era lo que hoy llamaríamos gourmet. Sabores exóticos y especiales en… porciones pequeñas. Esto disgustó a los trabajadores que querían un plato abundante luego de una jornada extensa y agotadora.

El Quattrocento italiano

El Quatroccento es el periodo inicial del Renacimiento artístico, que abarcó principalmente los años 1400s, de ahí el nombre. Este movimiento se ubicó geográficamente en la zona de Italia y su capital artística fue Florencia, rivalizando con Milán.

Allí, gracias al mecenazgo de hombres poderosos y acaudalados como el ya mencionado Lorenzo de Médici, el arte tuvo un importante impulso.

El Renacimiento se caracterizó en dejar de lado el medievalismo y dar valor a lo clásico. El arte griego y el romano volvieron a ser los más importantes. La figura humana se erigió nuevamente como el centro de la escena.

El Quatroccento abarcó distintas disciplinas como la arquitectura, la escultura y la pintura.

En cuanto a los rasgos técnicos en pintura, especialidad de Sandro Botticelli, la principal característica es el uso de la perspectiva. Al comienzo del periodo se pintaron murales y luego, a partir de la segunda parte del siglo, los artistas comenzaron a pintar en óleos.

Entre las temáticas, aparece el retorno a los temas clásicos como la mitología griega y romana, aunque en ningún momento se deja de lado el cristianismo

El Nacimiento de Venus

el nacimiento de venus sandro botticelli

Ahora sí me voy a meter de lleno con la obra parodiada en Los Simpsons. Veamos cómo fue concebida la obra cumbre de Sandro Botticelli.

El enigma del encargo

Con tantas obras pictóricas antiguas y de gran calidad, a veces nos perdemos un poco en cuanto a algunos asuntos que rodean las obras de arte.

Un cuadro no se pinta en un día. Al menos no este tipo de trabajos como El Nacimiento de Venus. Se trata de un proceso que al artista le lleva meses y en algunos casos, años.

Por otro lado, en esa época, los artistas podían pintar lo que quisieran y probar técnicas pero, en general, los trabajos eran encargos. Trabajos a pedido de hombres y mujeres poderosos y acaudalados.

El caso de El Nacimiento de Venus no es distinto. Sin embargo, hasta el día de hoy se desconoce quién realizó el encargo. Se cree que por el estilo de la obra pudo ser algún noble de la esfera de los Médici.

Tampoco se sabe de qué año es exactamente la obra, aunque ha sido datada entre 1482 y 1485.

Temática

Venus es el nombre que recibe la diosa del amor, la belleza y la fertilidad en la mitología romana. Corresponde con la diosa Afrodita de la mitología griega. Por supuesto que el nacimiento de Venus es un episodio que se narra en la mitología romana.

Viendo el cuadro de Botticelli uno podría llegar a pensar que Venus nació de una ostra, ya adulta y en una escena impoluta y sagrada. Pero, como es costumbre, la mitología griega nos sorprende con situaciones un tanto extravagantes.

Lo cierto es que Saturno (Crono, en la mitología griega, uno de los Titanes), hijo de Urano y Gea, castró con una guadaña a su padre y arrojó sus genitales al mar. Las partes de Urano anduvieron mucho tiempo en el mar y se fueron convirtiendo en espuma. De esa espuma nació Venus, que llegó a la orilla de la costa de Chipre empujada por el viento.

saturno castrando a urano

El joven alado que aparece a la izquierda de Venus está soplando. Simboliza a Céfiro, el dios del viento del oeste que empujó a Venus hasta la orilla. Sí, los antiguos griegos y romanos tenían un dios del viento por cada punto cardinal.

En los brazos de Céfiro viene abrazada una de sus esposas, Flora, diosa de las flores y los jardines. Aunque algunos creen que no se trata de ella, sino de Aura, la diosa de la brisa.

Sí, porque a Céfiro eso de la monogamía no le iba. Y la verdad, viendo que era joven, estaba bien físicamente y encima podía volar y tenía el superpoder de soplar, nadie lo puede culpar.

Lo cierto es que la escena coincide mejor con Flora, ya que se pueden ver flores alrededor de las figuras de Céfiro y su esposa.

Venus es recibida en la playa por las Horas, diosas que representaba las estaciones. Estas Horas vistieron a Venus, tal como se puede apreciar en el cuadro de Botticelli. La mujer que aparece a la derecha de la figura principal está por cubrirla con un manto.

La ostra de la cual parece surgir Venus es un símbolo de la fecundidad. Lo es también el mar regado de flores, que es, de algún modo la forma de representar cómo el mar es fecundado por el cielo.

Si te interesa la mitología griega, te recomiendo el artículo sobre el cuadro de Goya con el Sr. Burns. Allí encontrarás otra referencia a Saturno.

Influencias

Esta obra tiene dos grandes influencias. Por un lado, las obras Las Metamorfosis y Fastos, de Ovidio. Por el otro, la obra Stanze per la Giostra, de Angelo Poliziano. En estas obras se describe el nacimiento de Venus aunque no hay necesariamente una imagen puntual, es decir, un dibujo.

Otra importante influencia es el conocimiento de un supuesto cuadro que el artista griego Apeles pintó en la antigüedad. Esta supuesta obra se titulaba Venus Anadiomena y es descrita por Poliziano en una poesía.

La técnica

detalle nacimiento de venus

El cuadro está realizado al temple sobre lienzo, un estilo más asociado a la Edad Media. Esta técnica también es conocida como témpera. Para lograrla se utiliza agua como disolvente y grasa animal, glicerina, huevo, o algún otro componente orgánico como aglutinante.

La ejecución de este tipo de obras se realizaba en etapas. Primero, se pintaba con alguna base blanca el lienzo. Luego, con un estilete se hacía el boceto de la estructura que la pintura iba a tener. A continuación, se utilizaba una tinta oscura para delinear los contornos de las figuras. Más tarde venía el turno del color. Pero no se pintaba a discreción sino que se hacía en capas de colores, separadas por barniz. Finalmente, con una pintura casi transparente (llamadas veladuras) se hacían los últimos retoques.

Las dimensiones del cuadro son 278,5 cm. × 172,5 cm. y se cree que le faltan entre unos 30 ó 35 centímetros. Esta sospecha está basada en otros cuadros contemporáneos que pintó Botticelli y que se cree que formaron parte de un mismo encargo. Lo lógico sería que todos tuvieran las mismas dimensiones y al Nacimiento de Venus le falta muy poquito para coincidir con las otras obras. 

Estilo

Como se puede apreciar, no se trata de una pintura realista. La naturaleza está idealizada. El objetivo de Botticelli no fue crear un retrato realista del momento sino una visión estética.

Para lograr esto, el artista convirtió los elementos de la naturaleza en adornos y rompió con la perspectiva.

El rostro de Venus con una mirada perdida casi como un lamento no es casualidad. Evoca al recuerdo de la época clásica perdida que ya no volverá más.

Simonetta Vespucci, la musa

El rostro de Venus no es al azar. Hubo una modelo posando para Botticelli. Su nombre era Simonetta Vespucci. «La Bella Simonetta» como la conocían los artistas del Renacimiento.

Simonetta posó tanto para Botticelli como para otros pintores de la época. Entre ellos, Piero di Cosimo.

La bella Simonetta se casó a los 16 años con Marco Vespucci, pariente de quien años después se convertiría en explorador y utilizaran su nombre para bautizar al Nuevo Mundo. Sí, me estoy refiriendo a Américo Vespucio.

Al instalarse en Florencia, llamó la atención de muchos artistas, entre ellos Sandro Botticelli. Pero también de hombres poderosos como Lorenzo y Juliano de Médici. Este último la cortejó y fue su amante. Tras celebrarse un torneo, Juliano proclamó a Simonetta como la Reina de la Belleza.

Simonetta se convirtió en el símbolo de la belleza en Florencia y marcó tendencia. Sus rasgos fueron considerados sinónimo de perfección en los inicios del Renacimiento.

Lamentablemente ese status le duró poco a la pobre Simonetta. Falleció prematuramente a los 23 años, según se cree, de tuberculosis. 

El final de Botticelli

Sandro Botticelli siguió pintando y en sus últimos años su estilo se hizo más bien clásico, volviendo a lo antiguo.

No tuvo hijos y no se le conocen romances. Por este motivo, fue denunciado por sodomía, es decir, por ser homosexual, una condición que en esa época se castigaba severamente. Sin embargo, la denuncia no prosperó.

Algunos creen que Botticelli era asexuado. Tenía pánico al matrimonio y su vida era su arte.

No es alocado creer que Simonetta fue su amor platónico. Tras la muerte de ella, Botticelli siguió pintando mujeres con sus mismos rasgos. Quizás, una forma de tenerla presente y no olvidarla.

Sandro Botticelli falleció en 1510, en Florencia, a los 65 años. ¿Su última voluntad? Pidió que sus restos fueran enterrados a los pies de su musa, Simonetta Vespucci.

Para seguir aprendiendo

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Mi nombre es Alejandro De Luca y tal vez me recuerden de blogs como Mentes Liberadas y Crónicas Freelancer. Soy simpsonmaníaco de la primera hora. Miro cine del bueno, leo, programo, escribo y tomo café. También me gusta pasear de la mano de una dama y cenar a la luz de las velas. Y odio los yo-yo's. Vivo en Montevideo, Uruguay.
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