En este artículo de Los Simpsons Explicados te contaré sobre Adlai Stevenson II, el político que no se opuso a que el hombre llegara a la Luna, al menos según los guionistas de la serie de la familia amarilla.
Aquí te contaré quién fue Adlai Stevenson, qué hizo, por qué es tan importante como para aparecer en dos episodios de Los Simpsons y sobre el final intentaré dar una explicación al chiste del hombre en la Luna.
Pero comencemos con la primera referencia a la que hace alusión el título de este artículo.
Contenido
En el episodio 25 de la 8va. temporada de Los Simpsons, los niños del segundo año de la escuela primaria se aburren al ver en clase antiguas películas propagandísticas en blanco y negro de la década del 50.
En una de ellas, se presenta la idea de viajar a la Luna, ya que esta pertenece a Estados Unidos. En este pequeño corto se hacen la pregunta que muchos se hacían por esos años «¿Podrá el hombre llegar a la Luna?». Lo que la película agrega es que el senador demócrata Adlai Stevenson lo confirma con un tibio: «No me opongo a que el hombre camine sobre la Luna», mientras lo vemos declarar en una rueda de prensa.
¿Quién fue Adlai Stevenson y qué significa este comentario que nos hace reír tanto? Intentaré echar un poco de luz sobre estos aspectos en este artículo. Pero antes, vayamos a la segunda referencia.
En el episodio Lisa la Iconoclasta, el número 16 de la séptima temporada, Lisa quiere probar que Jeremías Springfield fue en realidad un impostor. Para ello, es necesario exhumar los restos del prócer.
Mientras lleva adelante la tarea de desenterrar, el Jardinero Willie saca tierra de la tumba de Springfield y la tira a cualquier lado. Esta tierra cae en una tumba, la de Adlai Stevenson, apagando una vela encendida en su recuerdo.
Esta segunda referencia no parece tener un motivo especial. Simplemente mostrar, quizás, la falta de respeto que se tiene por las personas que contribuyeron tanto a una nación. Sin embargo, es parte de la serie y no podía dejar de mencionarla.
Sigamos adelante con la historia de Adlai Stevenson.
Adlai Stvenson II fue un político, abogado y diplomático estadounidense que tuvo una gran influencia durante mediados del siglo XX, hasta su muerte. Fue miembro del Partido Demócrata y ocupó diversos cargos públicos en el gobierno de Estados Unidos. Además, fue dos veces candidato a presidente aunque perdió en ambas oportunidades.
Adlai Stevenson nació en Los Ángeles, California, en el año 1900. Llevó el mismo nombre que su abuelo, por lo conocemos como Adlai Stevenson II. Lo interesante es que su abuelo, Adlai Stevenson I fue vicepresidente de Estados Unidos durante la presidencia de Grover Cleveland, entre 1893 y 1897. Además, su padre, Lewis Stevenson, llegó a ser secretario de estado en Illinois. Como si fuera poco, otro ancestro, por parte de madre fue el jefe de campaña de Abraham Lincoln.
Claramente, Adlai Stevenson nació en una familia con fuertes influencias políticas y con una posición social importante. Y eso siguió ya que hubo un Adlai Stevenson III, hijo de Adlai Stevenson II, que fue senador por Illinois desde 1970 a 1981.
A pesar de haber nacido en el oeste, Adlai Stevenson II se crió en Illinois, el lugar donde su familia tuvo más peso. Creció en un lugar privilegiado de clase alta.
Cuando tenía 12 años, Adlai Stevenson estaba haciendo una demostración con un rifle cuando accidentalmente este se disparó y mató a su amigo Ruth Merwin, de 16 años. Cosas que pasan en Estados Unidos, incluso hasta estos días.
Ese accidente, del que de grande Stevenson evitaba hablar, le cambió la vida. Tiempo después escribiría una carta a una madre que tuvo un problema similar con un hijo. Allí le diría que de ahora en adelante su hijo «debería vivir por dos». Y esa idea parece tener relación con la vida que tuvo Stevenson a partir del accidente.
Adlai Stevenson estudió en un internado o escuela pupilo (en inglés les dicen boarding school) y allí hizo de todo, como si tuviera que probar que era necesario vivir y hacer muchas actividades para compensar la muerte causada. Se unió al equipo de tenis, actuó en obras de teatro y fue elegido editor del diario de la escuela.
Tras terrminar la secundaria en 1918, se unió a la Marina de Estados Unidos y obtuvo el rango bajo de Aprendiz de Marino. No llegó a participar de la Primera Guerra Mundial, que terminó ese mismo año.
Luego, Stevenson se fue a estudiar a la universidad. Primero, en Princeton, donde siguió practicando muchas actividades, especialmente las vinculadas al periodismo. Más tarde se fue de Princeton a Harvard para estudiar leyes, pero algo no le gustó de estar allí y abandonó.
Tiempo después retomaría sus estudios y completaría la carrera de leyes en otra universidad y obtendría un puesto en una de las principales firmas de abogados de Chicago, que recordemos, se encuentra también en Illinois.
Entrada la década del treinta, Adlai Stevenson pasó a trabajar para el Estado, ocupando distintos cargos.
Llegada la Segunda Guerra Mundial, Stevenson, desde Illinois, se involucró en movimientos a favor de los Aliados y apoyó, al igual que muchos políticos de la época, la idea de que Estados Unidos debía intervenir en la guerra.
Terminada la guerra, le fue asignado un puesto en el Departamento de Estado. ¿Su misión? Contribuir a la formación de una nueva organización de naciones, para evitar que una guerra como la que acababa de terminar volviera a ocurrir. El trabajo diplomático de Adlai Stevenson fue clave, especialmente al tratar con los representantes de la Unión Soviética.
Todo esto terminó dando lugar a lo que hoy conocemos como ONU (Organización de las Naciones Unidas).
En el año 1948, Adlai Stevenson se postuló para gobernador de su Estado, Illinois. En esas elecciones ganó por amplio margen.
Como gobernador hizo muchas reformas, especialmente en la policía. Limpió la ciudad de pandillas y mafias, mejoró las autopistas, luchó contra la corrupción estatal y se opuso a algunas leyes macartistas de la época.
Fue en este periodo que ocurrió algo clave que tiene mucho que ver con el chiste en Los Simspons. Adlai Stevenson pasó a convertirse en un político intelectual, con excelentes dotes de oratoria, alabado incluso por su rivales políticos.
Adlai Stevenson iba por la reelección en Illinois. Al mismo tiempo, Harry Truman, el entonces presidente de Estados Unidos, prefirió no ir por otro mandato. Como eran del mismo partido, la idea de Truman era que otro compañero o correligionario (¿cómo se llamarán los demócratas entre ellos?) tomara su lugar.
El elegido era Adlai Stevenson aunque este no quería saber nada al respecto. Finalmente tuvo que aceptar, puesto que los otros candidatos demócratas eran impresentables, incluyendo uno que, se había probado, tenía conexiones con el crimen organizado y otro que apoyaba la segregación racial contra los negros.
Su oponente del partido republicano era nada menos que el General Dwight D. Eisenhower que dejó la milicia tras ganar la guerra para dedicarse a la política.
Durante esta campaña, una foto de Adlai Stevenson se hizo muy famosa. El fotógrafo William M. Gallagher, del Flint Journal captó una imagen del político, donde se veía que tenía un agujero en la suela de su zapato.
Esta imagen, que posteriormente le valió el Premio Pullitzer al fotógrafo, retrataba a Adlai Stevenson como un político distinto, que no atendía a algunos detalles de imagen.
El eje de su campaña fue su propia figura intelectual. Los votos que obtuvo vinieron de sectores moderados, aristocráticos y principalmente de personas bien educadas. También liberales y anti macartistas.
Nada de eso alcanzó, el candidato republicano y héroe de guerra le ganó las elecciones ese año.
En 1956 Einsehower iba por la reelección, pero Adlai Stevenson iba a estar ahí de nuevo para impedirlo. O al menos esa era su idea.
Salió de campaña por todo el país y recorrió miles de kilómetros dando muchos discursos proselitistas. Junto a él viajaba Robert F. Kennedy, el hermano de John F. Kennedy, que era senador del mismo partido.
El testimonio de Robert Kennedy es importante porque él luego contaría que sintió mucha desilusión al estar al lado de Stevenson. Una imagen que se consolidaba de este político como un intelectual en algún punto bastante débil y sin carácter para ser presidente del país.
Además, la idea de prohibir las pruebas nucleares le restaron votos. El público creía que eso podía beneficiar a la Unión Soviética.
¿El resultado? Adlai Stevenson volvió a perder en las elecciones, nuevamente contra Eisenhower.
Adlai Stevenson no tenía muchas ganas de ir a perder de nuevo las elecciones a presidente. Por este motivo, había un puesto vacante que el ambicioso John F. Kennedy ansiaba. Así fue como el joven demócrata fue a ver al ya experimentado político para pedirle que apoye su candidatura en las internas del partido.
Pero a Adlai Stevenson nunca le cayeron bien los Kennedy. Ya había tenido problemas con Robert, que lo había acompañado en la gira y luego terminó votando por Eisenhower.
Por lo tanto, no sólo Adlai Stevenson no apoyó a su hermano John Kennedy sino que se puso a competir con él en las internas. Finalmente fue superado ampliamente y no llegó a una tercera elección.
No obstante, y en un acto de republicanismo que muchas veces no conocemos en nuestras tierras, Adlai Stevenson hizo campaña activa a favor de John F. Kennedy, su compañero de partido. Más allá de ese gesto, al que terminó siendo el nuevo presidente de Estados Unidos, nunca le cerró aquél desplante que le hizo el viejo Stevenson. Jamás lo pudo perdonar.
Como gesto de buena voluntad y a pesar de esa relación conflictiva entre ambos, al ganar la presidencia, Kennedy le ofreció a Stevenson ser Embajador de Estados Unidos antes las Naciones Unidas. Un cargo que podía ser simbólico o poco importante, pero que en tiempos de Guerra Fría terminó siendo trascendental.
La crisis de los misiles fue un conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que duró 14 días durante octubre de 1962.
Estados Unidos descubrió, gracias a fotografías de aviones espía U-2, que en Cuba había instalaciones de misiles nucleares soviéticos, lo que llevó a exigir su desmantelamiento inmediato.
Durante ese momento de la historia, donde la humanidad más cerca estuvo de una guerra nuclear, Adlai Stevenson jugó un papel importante. Su presentación al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es una de las más famosas y fue transmitida a todo el mundo.
Hay una frase que quedó marcada para siempre. En su presentación, Stevenson le preguntó delante de todos, al representante de la Unión Soviética, Valerian Zorin, si había instalados misiles nucleares en Cuba. El ruso se mostró sin ánimos de responder y mientras esperaba la traducción, el mismo Stevenson inquirió: «¡No espere la traducción! ¡Responda sí o no!».
Luego Zorin respondió con evasivas, diciendo que en su momento tendría la respuesta. Stevenson fue lapidario: «Estoy listo para esperar esa respuesta hasta que el infierno se congele». Posteriormente desmanteló los argumentos del soviético, mostrando las imágenes obtenidas por el avión espía que confirmaban, ante todos, que en efecto había misiles nucleares en Cuba.
Afortunadamente para toda la humanidad, el conflicto se terminó resolviendo de forma pacífica y no tuvimos que superar ni una guerra ni un posterior holocausto nuclear. La Unión Soviética retiró sus misiles de Cuba y Estados Unidos se comprometió a no invadir la isla, al mismo tiempo que retiró instalaciones de misiles en Turquía e Italia como muestra de buena voluntad, a pesar de que esas armas eran obsoletas.
Como Embajador ante las Naciones Unidas, Stevenson viajaba mucho por todo Estados Unidos y daba discursos. Uno de esos viajes lo llevó a Dallas, Texas. Su posición con respecto a la política exterior fue repudiada por la John Birch Society, una organización anticomunista de ultra derecha, que hasta la fecha existe y reclama que Estados Unidos se retire de la ONU.
En uno de sus discursos Adlai Stevenson fue abucheado por el público e incluso una mujer golpeó en la cabeza al político con un cartel de protesta. Stevenson preguntó si la mujer era un animal o un ser humano y luego le dijo a un policía: «No quiero que la lleven a la cárcel. Quiero que la lleven a la escuela».
Luego del incidente, habló con John F. Kennedy para contarle lo ocurrido y advertirle la hostilidad de la gente de Dallas. Parece ser que JFK no le prestó mucha atención y así le fue. Un mes después fue asesinado por un francotirador en uno de los episodios más trágicos de la historia estadounidense.
Adlai Stevenson se casó con Ellen Borden, una mujer de la alta sociedad, como él. Tuvieron tres hijos varones, el mayor de ellos, el ya nombrado Adlai Stevenson III, que llegó a ser senador de Estados Unidos.
El matrimonio fracasó y después de 21 años de estar juntos a pesar de su mala relación, decidieron separarse. Se cree que la esposa tenía problemas mentales y, cada tanto, le daban ataques donde arremetía contra su esposo, sus hijos y toda persona que estuviera en la casa, incluidos los sirvientes que trabajaban allí.
Stevenson se divorció de su esposa y nunca se volvió a casar, pero mantuvo relaciones con diferentes mujeres, algunas de ellas conocidas en el ámbito público.
En julio de 1965, Adlai Stevenson estaba de visita en Londres donde se reunió con el Primer Ministro inglés, Harold Wilson. Fue en esa ciudad donde murió, producto de un ataque cardíaco mientras hacía una caminata.
Tras su muerte, quedó su legado. A Adlai Stevenson le tocó perder en dos contiendas electorales por la presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, su estilo de hacer política y su forma de expresarse lo convirtieron en una de las figuras más importantes de su época. Figura que hizo renacer al Partido Demócrata dándole lugar a políticos como Robert y John Kennedy.
Al día de hoy se lo recuerda como un intelectual íntegro y de excelentes modales. Un político moderno, antibelicista, que creía en la diplomacia y que hacía todo con moderación.
Y esta es la palabra más importante que debemos asociar a Adlai Stevenson para comprender el chiste en Los Simpsons: moderación.
Era un hombre profundamente moderado, que en raras oportunidades podía llegar a hacer declaraciones fuertes. Y que, en caso de hacerlo, lo haría siempre con su particular estilo de oratoria.
Es por eso que es lógico que no dijera que confiaba que el hombre llegara a la Luna. Este hombre nunca hubiera dicho algo así. Es mucho más probable que sus palabras fueran como los guionistas de Los Simpsons las imaginaron.
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